Dicen de Adele que sabe de sobra lo buena que es. No desde un punto de vista pretencioso, sino desde la autoaceptación del talento que, innegablemente, hay en ella. Ni le tiene miedo ni lo exhibe como un pavo real, simplemente es una herramienta de trabajo – muy útil – que la ha colocado en los números uno de medio mundo. O casi.
Sin embargo, la sobreexposición a la que se ha visto sometida tras el éxito de 21 aumentó proporcionalmente sus problemas de garganta, obligándola a retirarse prudencialmente una temporada para poder solucionarlos a través de una cirugía que salió según lo esperado. Por mucho que le deseemos una rápida y total recuperación, algunos culos inquietos ya se andan preguntando qué planes tiene con vistas a un nuevo álbum. Mucho me temo que tendremos que estirar 21 hasta la saciedad.
Imagino que tendré 25 ó 26 años cuando salga mi próximo disco, ya que ni siquiera he empezado a pensar en él. Solamente voy a echar un poco de cemento, construir un hogar y simplemente “ser” durante un rato. Desapareceré y volveré con un nuevo disco cuando sea lo bastante bueno. No habrá nueva música hasta que sea lo bastante buena y hasta que esté lista.
Mal que me pese, me parece una actitud muy sensata y razonable, y de la que muchos otros artistas de su quinta deberían tomar nota. Sin embargo, no puedo evitar cierta preocupación, ya que es tan importante no precipitarse como no dejar demasiado tiempo entre un disco y otro, máxime cuando el anterior ha alcanzado las cotas de éxito a todos los niveles como ha hecho 21.
Adele también ha dado algunas pistas sobre cuándo podrá volver a los escenarios, lo que hace pensar que seguramente vuelva a restablecer las fechas de sus conciertos antes de que acabe el primer trimestre de 2012.
La cirugía no podría haber ido mejor. Pero como estuve cantando con las cuerdas vocales dañadas durante tres o cuatro meses, y a raíz de la cirugía y del silencio tras la cirugía, ahora tengo que reconstruirme vocalmente. Me va a ser mucho más fácil cantar ahora. Y mentalmente no estaré preocupada por mi voz en el escenario nunca más. Así que tengo que acostumbrarme a esto. Me llevará la mayor parte de enero, ¡así que para febrero ya estaré cantando en condiciones!
Fuente: Hipersonica.com
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